El presidente del Banco Central (BCU), Guillermo Tolosa, anunció este jueves una serie de medidas que la institución propone implementar con el objetivo de evitar esquemas fraudulentos a futuro.
En el último tiempo quedaron al descubierto varios casos de este tipo asociados a los mal llamados “fondos de inversión ganaderos” que prometían rentas financieras, y en donde cientos de personas perdieron ahorros.
Una las medidas principales plantea modificar la carta orgánica del BCU para cambiar el perímetro de la regulación y poder incorporar este tipo de actividades así como otras que ofrezcan rentabilidades “tentadoras” para inversores uruguayos dentro de un nuevo marco.
Eso implica, por ejemplo, que las empresas tendrán que reportar información al banco, y además contar con auditorías de control realizadas por privados habilitados, entre otros.
El marco legal vigente deja a ciertas empresas, como las del sector ganadero, fuera del perímetro de regulación y supervisión, ya que no realizan intermediación financiera ni oferta pública de valores, sino que convocan a la inversión en activos de la economía real, según el BCU.
¿El cambio apunta a más controles y más auditorías?
“Involucraría a las empresas, de acuerdo a su nivel de desarrollo. No podemos tratar a todas las empresas por igual para no asfixiar a aquellas empresas que quieren crecer, que quieren despegar. Al entrar en nuestro perímetro regulatorio, se les exigiría información para que los inversores puedan tomar decisiones con información de lo que está pasando en la empresa. Y además con algún tipo de chequeo de profesionales habilitados independientes y a los que el BCU controla. Esto no necesariamente quiere decir auditorías carísimas”, dijo Tolosa tras participar de la Comisión de Ganadería de la Cámara de Senadores en el Parlamento.
La incorporación de estas empresas al perímetro del BCU también le dará la potestad al regulador de evaluar si hay actividad sospechosa de lavado de activos.
El borrador con los cambios planteados pasará a estudio del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que luego, como parte del Poder Ejecutivo, deberá enviar la propuesta definitiva al Parlamento.
Fideicomisos “simplificados” y de “plataforma”
Además, se plantea “expandir” el menú de opciones para este tipo de fondos que pasarían a estar registrados, de manera de que también puedan constituirse , por ejemplo, como fideicomisos financieros y en un régimen simplificado bajo determinados umbrales. “Para empresas que están creciendo podría alivianar el costo istrativo”, dijo Tolosa.
Otra alternativa es el fideicomiso financiero de “plataforma”. “Tenemos el esquema de crowdfunding para empresas muy en fases iniciales de crecimiento que también requiere menos exigencia en lo que tiene que ver con provisión de información, auditoría, pero no existe la figura del fideicomiso en esta plataforma. Estamos trabajando en implementar esa posibilidad. Para el pequeño ahorrista, con un simple clic en una página web puede acceder a estas opciones de inversión en la actividad ganadera”, afirmó el titular del Central.
Educación financiera y toma de decisiones
El BCU también planea reforzar el programa BCU Educa -hoy orientado a educación inicial y secundaria- con el objetivo de brindar conocimientos a la población adulta sobre los principios que deberían orientar sus decisiones financieras.
“Vimos con mucha preocupación algunas decisiones. El Central había alertado a la población que no era una actividad regulada, lo cual involucra riesgos bastante más significativos. Y sin embargo, en algunos casos, los inversores asignaban la mayor parte de su patrimonio, desafiando conceptos muy importantes de educación como la diversificación, aquello de no poner todos los huevos en la misma canasta. Eso no requiere altos estudios de matemáticas para emplear estas ideas fuerza muy básicas de finanzas”, afirmó Tolosa.
Según Tolosa, se considera que las “propuestas “harán una enorme diferencia a la hora de la protección del ahorrista uruguayo”.
“El sector, lejos de ser asfixiado, se va a beneficiar por un marco que dé más confianza para el ahorrista para que pueda volver a invertir. Hay mucho apetito del ahorrista uruguayo por inversiones que amplíen el espectro de las posibilidades que tienen hoy. Desde el punto de vista de la política pública tenemos un mandato, una obligación, de dar lo mejor que podamos para asegurarnos que esos ahorros de uruguayos terminen en inversión productiva local”, dijo el economista.