El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, salió al cruce con un fuerte mensaje contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre la situación de las personas que pernoctan en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
A través de su cuenta de X, Puente afirmó de forma tajante que "no hay solicitantes de asilo entre las personas que duermen en Barajas" y que, en realidad, se trata de "pobres desatendidos por Madrid. Punto."
"Teleayuso desatada"
La polémica se desató tras las declaraciones de Ayuso, quien acusó al Gobierno central de no resolver la crisis social que afecta a las personas sin hogar en la Terminal 4 y lo calificó de “inasumible” e “impropia”. En respuesta, Puente criticó el discurso de la presidenta madrileña y calificó sus declaraciones como “Teleayuso desatada”, haciendo referencia a su insistencia en que el Ejecutivo debe dar una solución inmediata a las solicitudes de asilo.
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Madrid reclama que se conozca la situación de las personas
El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, recriminó al Gobierno central sus "políticas inhumanas" para afrontar la situación de los cientos de personas que viven y pernoctan en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas y ha reclamado que se las filie para conocer sus características.
"Están intentando echarles del aeropuerto cuando todavía no se ha tratado el asunto respecto a la propia organización de qué va a pasar con esas personas. Por lo tanto, creo que echarles directamente es inhumano, porque tenemos que tener en cuenta que se trata de personas, que tienen unas características específicas y hay que analizarlas", ha subrayado en declaraciones en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum.
Así, ha reclamado a Aena que se filie a todas esas personas "y se sepa cuáles son las características específicas de cada uno, si están empadronados, si no están empadronados, cuál es el problema y cuál es el motivo por el que están ahí".
Una vez hecho esto, ha dicho, se debería "intentar entre el resto de las istraciones públicas, especialmente en este caso con el Ayuntamiento de Madrid, trabajar para solventar el problema".
Ultimátum de Madrid al Gobierno: un mes para atender a los solicitantes de asilo
El enfrentamiento institucional continúa con el Ayuntamiento de Madrid, que el pasado viernes envió un requerimiento formal a los ministerios de Interior, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El texto insta al Gobierno central a proporcionar inmediato al sistema de acogida de protección internacional a todas las personas que han solicitado o manifestado la intención de solicitar asilo y que actualmente están en recursos municipales.
Este requerimiento establece un plazo de un mes para que el Gobierno cumpla sus obligaciones, advirtiendo que, de no hacerlo, el Ayuntamiento recurrirá a la vía judicial para hacer valer sus demandas.
Óscar Puente también recordó en sus redes sociales una crítica previa hacia las istraciones: "En el Madrid de las 'cañas y la libertad' los pobres sin hogar se suben al aeropuerto a dormir. Ni ayuntamiento ni comunidad los atienden."
Ayuso denuncia la falta de responsabilidad del Gobierno y alerta por la crisis en Barajas
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso no bajó el tono y criticó duramente al Ejecutivo central por preferir "buscar culpables" en lugar de asumir responsabilidades y solucionar el problema del sinhogarismo en el aeropuerto.
La presidenta madrileña denunció que en la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas hay alrededor de 400 indigentes y ocupantes no autorizados, lo que ha provocado graves problemas de seguridad y ha complicado las condiciones laborales del personal.
Problemas de seguridad e higiene en la Terminal 4
Según los reportes, Aena ha intentado reubicar a los indigentes a zonas desocupadas dentro del aeropuerto, pero los empleados aseguran que esta medida ha sido solo un desplazamiento temporal del problema.
Además, persisten denuncias de robos, peleas y amenazas, junto a serios problemas de higiene, incluyendo una plaga de chinches que afecta a las instalaciones y a los trabajadores, sin que hasta ahora exista una solución efectiva.