En todo el país hay 260 focos de brucelosis (al 18 de octubre), una zoonosis que altera el normal desarrollo de la zafra de venta de toros y que tiene muy preocupados a los productores ganaderos.
Hay una vacuna, pero no es obligatoria, y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Fernando Mattos, aseguró que su uso no se impondrá. “No creo en los resultados por obligatoriedad, no vamos a construir un sistema productivo policialesco”, expresó este miércoles en conferencia de prensa.
Esta enfermedad, existente en el territorio nacional desde hace varios años, presentado focos en todo el país. El departamento donde hay más es Durazno, donde hay 67 activos, con base en datos de la División de Contralor de Semovientes (Dicose).
Según informó el ministro, entre 11 y 12 cabañas se han visto afectadas por la zoonosis, y varias han tenido que postergar o directamente suspender sus remates de toros, con los correspondientes perjuicios de manejo y económicos.
En ese escenario, se han dado muchas opiniones indicó el jerarca, quien sostuvo que “sería bueno que la gente se informe mejor sobre las características de la enfermedad”.
Gente que opina mucho Mattos dijo que cuando comenzó la pandemia de covid-19 “teníamos 3 millones de epidemiólogos en el Uruguay, todo el mundo opinaba libremente, como país democrático que somos. Pero también (ahora) sobre brucelosis hay gente que opina mucho”.
Según mencionó, una de las propuestas que se han hecho entre actores vinculados a la ganadería es “volver a los nostálgicos de la Cepa 19”, una vacuna que se usó de forma obligatoria hasta 1996, pero que ahora que existe la Cepa RB 51 no se recomienda, indicó.
De Freitas y Martín Altuna, director de Sanidad Animal, coincidieron en que no es recomendable volver a usar esa vacuna por la interferencia que se da para comprobar si el animal es positivo a la enfermedad, ya que mientras dure la vacuna no se podría sangrar y eso generaría problemas al momento de la exportación en pie (porque el sangrado es una exigencia).
“Si empezamos a vacunar las terneras hasta los 18 o 19 meses se daría interferencia diagnóstica. Para las exportaciones de ganado en pie hay un requisito que es el sangrado previo para brucelosis, que quedaría vedado porque no se podría diferenciar lo enfermo de lo vacunado, y por lo tanto en ese rango de edad no podría salir ninguna exportación de nuestro país”, detalló Altuna.
No hay datos de cuánto es el impacto económico por los casos de esta zoonosis. Altuna explicó que ese depende del sistema productivo en el que se manifieste la enfermedad, por ejemplo de ciclo completo, cría, recría o invernada. Los productores afectados por esta enfermedad pueden acceder al Fondo de indemnización y subsidios para enfermedades prevalentes, con el que “se trata de amortiguar los impactos”, indicó.