En mayo, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el umbral de la indigencia, cayó 0,4%, una variación inédita desde 2016, cuando el INDEC retomó la serie de datos. Este descenso fue impulsado por la baja de precios en productos estacionales, principalmente frutas y verduras. Entre los ejemplos más significativos, se destacan las caídas de 25,3% en la lechuga, 23% en el limón y 10,5% en la naranja.
Este dato es relevante, ya que la CBA es un indicador crucial para medir la pobreza extrema. A pesar de la disminución, una familia tipo aún necesita $500.281 para no caer en la indigencia.
Un leve aumento en la canasta básica total
Por otro lado, la Canasta Básica Total (CBT), que mide la línea de pobreza, aumentó apenas 0,1%. Así, para no ser considerada pobre, una familia tipo debió contar con $1.110.624 en mayo. Estas cifras contrastan con el comportamiento general de la inflación, que fue de 1,5% en mayo, un descenso considerable respecto a los meses previos.
En términos interanuales, tanto la CBA como la CBT aumentaron menos que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que alcanzó el 13,3% en el acumulado de 2025. La CBA subió 11,3% y la CBT 8,4%, lo que sugiere una desaceleración en el crecimiento de los precios, aunque sigue siendo insuficiente para la mayoría de los hogares.
El análisis de los expertos y la situación actual
El ministerio de Economía celebró estos datos, considerando que son las variaciones más bajas desde 2016. El ministro Luis Caputo destacó en su cuenta de X (Twitter): "Inflación minorista mayo: 1,5%. Canasta Básica Alimentaria: -0,4%. Canasta Básica Total: 0,1%. Sin cepo, corrigiendo precios relativos y con la economía creciendo al 6% anual".
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No obstante, los analistas, como la economista Ana Viganó, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), señalaron que la baja en la CBA se debió a factores estacionales, mientras que la casi nula variación en la CBT refleja un freno general de la inflación. Viganó remarcó que el dato de mayo muestra una desaceleración inflacionaria, pero destacó que para que esta tendencia sea sostenible, es necesario avanzar en una reforma integral del Estado.
Aunque los datos son alentadores en términos de inflación, los hogares argentinos siguen enfrentando grandes desafíos. El costo de vida continúa siendo alto y, a pesar de las mejoras en los indicadores, muchas familias no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas.
