Las autoridades alemanas llevaron a cabo nuevas búsquedas en la localidad portuguesa de Praia da Luz y sus alrededores, con la esperanza de encontrar alguna pista que ayudara a resolver el caso de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida hace 18 años.
Hasta 10 metros de profundidad
La operación se extendió desde el 3 hasta el 5 de junio, con un despliegue de recursos que incluyó el uso de maquinaria pesada y georradares capaces de explorar hasta 10 metros de profundidad.
A pesar de la intensiva investigación, los resultados fueron negativos. La policía portuguesa, que colaboró en la operación, calificó el esfuerzo como una "pérdida de tiempo", ya que no se halló ninguna evidencia significativa relacionada con el caso, algo que ya temían algunos oficiales. Los rastreos se centraron en la zona de Atalaia, entre Praia da Luz y Praia de Porto de Mós, lugares que se cree que fueron frecuentados por Christian Brückner, el principal sospechoso en el caso.
Los restos encontrados
Durante la búsqueda, se registraron ruinas, se utilizó una excavadora y se inspeccionaron pozos, pero los agentes solo encontraron huesos de animales y ropa de adultos mayores. Ninguna de estas evidencias tiene, hasta el momento, relación con la desaparición de la niña.
A pesar de los hallazgos, los restos encontrados, que en apariencia pertenecerían a animales, fueron enviados por las autoridades alemanas a un laboratorio para su análisis, con la esperanza de que puedan ofrecer alguna pista que avance la investigación. Sin embargo, la falta de pruebas relevantes ha generado una sensación de decepción entre los investigadores, incluidos los británicos que siguen de cerca la operación.
Señalan a los equipos de investigación
El operativo de la semana pasada fue inicialmente calificado como un "fracaso" por las autoridades, ya que no se encontraron pruebas contundentes. A pesar del uso de tecnología avanzada como los radares de penetración terrestre, el equipo abandonó la zona sin hallazgos visibles importantes.
La desaparición de Madeleine McCann en 2007 sigue siendo un misterio sin resolver, y las autoridades continúan investigando sin encontrar una prueba definitiva sobre su paradero.